Esta es una de las preguntas más habituales dentro de mi consulta, en efecto es la gran
duda de aquel o aquella que fue engañado.

Creo fervientemente que no existen grandes diferencias entre aquellos que son fieles
y los que no.

Lo anterior a razón que la tentación y el deseo siempre están y son inherentes al
ser humano.

Desde la experiencia clínica he logrado identificar algunos puntos críticos y que pueden ayudar a prevenir una conducta de infidelidad como:

Estar Alerta Permanente:
La posibilidad de caer en la tentación o el deseo están presenten en cualquier
lugar, trabajo, universidad, reunión de amigos entre otros. Es por tanto que se
recomienda siempre estar atento a las señales del medio ambiente. No es extraño encontrar a pacientes que fueron infieles y que no logran identificar cómo llegaron a tal conducta. Por lo tanto el estar alerta a un mensaje “ingenuo” de WhatsApp o Facebook, coquetería, miradas, entre otros es el primer paso de la prevención de la infidelidad, vale decir que si soy consciente de la doble intención que tiene la persona frente a mi sabré salir inmediatamente de la
posibilidad de que entre en mi vida o que pase a un plano de mayor intimidad.

Poner límites: 

Si una vez que no estuvimos alertas y de igual forma una persona entró en nuestra vida, dado que nos cae bien, es simpático o simpática siempre está la posibilidad de colocar los límites. Es muy necesario colocar el límite hasta dónde puede
llegar esta persona, por ejemplo aquella persona que se muestra interesado en
tu estado civil e hijos, o aquel amigo o amiga de nuestra pareja que comienza a
hacer preguntas de índole más íntimo sin tener la confianza de poder entrar, o
palabras demasiado avezadas de “cariño” “linda o lindo” “‘me encantas” entre
otras que son claramente muestra de que está persona no está interesada en nuestra amistad sino más bien en pasar a tener una intimidad que solo se
requiere con nuestra pareja. Por tanto, es muy recomendable eliminar la
conducta del interesado a través de la extinción de cualquier elemento que haga pensar a él o ella que uno quiere intimar con esta persona, por ende referir
que usted solo está interesado en tener una relación íntima con su pareja y nadie más se debe realizar inmediatamente, por lo tanto no debemos seguir el
juego.

Pensar en las consecuencias. 

Como última opción que propongo es el pensar seriamente las consecuencias que podría traer una posible infidelidad, vale decir hacer una simple suma y resta de lo que le quedará luego de la aventura y entender que es probable que esa fascinación que me hizo sentir dicha persona tiende a diluirse en el tiempo. No es extraño encontrar en la consulta la pareja que comenzó siendo amantes y ahora no hay nada que les impida ser felices, sin embargo, la relación no funciona. ¿Por qué? Por qué el amor es un trabajo diario que requiere de esfuerzo de ambas partes y que cuando la sensación y excitación de hacer lo prohibido o lo que no corresponde baja el deseo se diluye y aparece el verdadero amor, que debe contener cariño, comprensión, tolerancia, empatía, proyecciones y admiración hacia el otro. Por tanto, ya no es sustentable bajo las nuevas condiciones y es muy posible que dicha
relación haya sido formada con una baja profundidad y poco sustento.

Por tanto, es importante entonces estar atentos o alertas a las señales del medio ambiente, colocar los límites y pensar en las consecuencias nefastas de la infidelidad en mi vida de pareja actual para evitar una infidelidad.

@ctpi.cl